Si estás en una relación con un sociópata te arriesgas a perder tu dinero, tus posesiones, tu trabajo, tu autoestima, tu confianza, tu independencia y en algunos pocos casos: ¡Tu vida! Y lo peor de todo es que quizás no te des cuenta de que te está ocurriendo hasta que es demasiado tarde.
Los sociópatas o psicópatas, pueden ser encantadores, con facilidad de palabra, ingeniosos y muy amables, y a menudo tienen un toque narcisista. Les gusta construir rápidamente una relación íntima con sus víctimas. Puedes leer más sobre cómo lo hacen específicamente aquí.
El encuentro inicial con el sociópata puede ser a través de amigos o por recomendación familiar, se puede dar en una situación de trabajo o puede ser un encuentro casual. En realidad es bastante común que en la primera impresión a la gente no les guste el sociópata o incluso sientan repulsión. Sin embargo, a menudo ignoran estas sensaciones porque el miembro de la familia o el amigo han recomendado a la persona, o van a tener que trabajar con ella y así sucesivamente. Esto, por supuesto, resulta ser un error, porque no se puede dar a los sociópatas el beneficio de la duda.
Una vez que la relación con un sociópata está en marcha, por lo general todo es maravilloso. El sociópata es atento, servicial, amable y considerado y parece dar la impresión de que es una persona maravillosa, que te proporciona exactamente lo que necesitas y te entiende de una manera que pocos lo hacen.
Ciertamente, en situaciones románticas, las personas sienten que están totalmente enamoradas. Esta nueva persona en sus vidas (¡puede ser hombre o mujer!) es perfecta, y permanecen ciegos a todo lo demás.
En situaciones de negocios, el sociópata parece también estar demostrando precisamante las cualidades necesarias en la empresa: la capacidad de tomar decisiones, conseguir que la gente haga las cosas, la motivación, y aparentemente se observará que tiene buenas relaciones con sus superiores.
Puede tener un pequeño grupo de personas a su alrededor que estén dispuestas a colaborar con él o ayudar de cualquier manera. En estos entornos vemos que distintas personas tendrán un tipo diferente de relación con un sociópata. Esto es porque el sociópata está evaluando a cada persona individualmente para ver lo que tiene y lo que puede ser beneficioso para él o ella. Por ejemplo: la aprobación de este jefe, la información de un secretario en particular, esa persona hará su trabajo por él, a otra persona la utilizará como chivo expiatorio, y así sucesivamente.
En las sectas la nueva persona siente que éste es un grupo maravilloso. Todo el mundo es tan amable y acogedor, y el líder parece ser inteligente y cuidadoso, realmente dispuesto a ayudar, o educar a los estudiantes, o salvar las almas de su congregación. ¡Se les engaña al pensar que conseguirán lo que están buscando teniendo una relación con un sociópata!
En cada caso, el sociópata parece estar proporcionando exactamente lo que es necesario en la situación. Ocurre porque son expertos en la evaluación de vulnerabilidades, cosas tales como las necesidades de la gente, sus deseos, debilidades y fortalezas (sí, tus fortalezas son vulnerabilidades y los sociópatas se aprovechan de ellas). Él o ella entonces proporcionará estas necesidades y deseos hasta que la víctima se quede totalmente convencida de que el sociópata es una buena persona.
Así que si te encuentras en una situación en la que una amistad está avanzando muy rápidamente, y efectivamente la otra persona parece perfecta, ¡detente y comprueba que no estás en una relación con un sociópata!
En algún momento durante la relación con el sociópata habrá un cambio. Un hombre presta dinero a su novia y ella desaparece. Poco después de casarse, o quedarse embarazada, su marido comienza a beber más y se convierte en abusivo. El psicópata del lugar de trabajo comienza a no cumplir los plazos para entregar el trabajo, no aparece, abusa de otros y generalmente comienza a tomarse libertades.
El líder sectario ya no pasa tanto tiempo con esas personas que han sido adoctrinadas. Dedica sólo el tiempo necesario para mantenerlos comprometidos. De hecho, pasar tiempo con él o ella se convierte en un privilegio. Y si hay una relación sexual (que, en el contexto del control mental, es abuso sexual), esta también suele cambiar: puede terminar si el líder tiene nuevas víctimas, o puede llegar a ser muy frío, carente de emoción por parte del líder, se podría decir que se convierte en un acto automático. Debido a la naturaleza del control mental, las víctimas son incapaces de tomar la decisión de parar la relación con un sociópata, incluso cuando sienten que están siendo utilizados.
Muchas de las personas alrededor de psicópatas han llegado a creer que son realmente buenas personas. Por lo tanto, explican o justifican el mal comportamiento inicial. Después de todo, debe haber una buena razón para ello, ¿verdad?
Aquí pueden surgir dos situaciones. Una es donde la persona captada cree que esta persona es maravillosa y sus amigos le advierten contra el psicópata pero no puede verlo. La otra situación es aquella en la que la persona manipulada trata de contar a sus amigos el abuso que está sufriendo, ¡pero sus amigos no pueden creerlo porque la persona de la que habla les parece tan agradable!
Pero entonces la maldad, el abuso y el comportamiento dominante persisten.
En este momento, para la persona que se encuentra en una relación íntima con un sociópata, es demasiado tarde. Ha sido capturada por el sociópata y cada vez tolera más y más abuso. La dificultad es que ha llegado a confiar en el sociópata para tomar decisiones, para saber cómo es ella misma, y, a veces, incluso quién es. La persona es completamente dependiente del sociópata.
Esto explica por qué algunos hombres y mujeres toleran 10, 15 o 20 años de abuso en un matrimonio. El sociópata entiende cómo usar las técnicas de control mental para manipular y dominar a los demás. Y esto, básicamente, es lo que quieren, el poder sobre los demás.
Para algunos psicópatas, el lugar de trabajo se convierte en lugar perfecto para adquirir poder. Su objetivo es ascender a través de la escalera profesional hacia posiciones de poder y control. De hecho, hoy en día estamos viendo más y más artículos escritos en los periódicos y blogs sobre cómo el psicópata corporativo es responsable de gran parte de los riesgos que se tomaron y que nos han llevado a la actual crisis financiera.
Cuando el psicópata de la oficina tiene el nivel de control que él o ella quiere, entonces se ponen en marcha exponencialmente. Provocan que despidan a sus competidores. Lo hacen gracias a haberse ganado la confianza de los jefes. Una vez que consiguen esto, comienzan a crear problemas a sus compañeros y no dudan en mentir sobre ellos. Usan y abusan de las cuentas de gastos, roban dinero, manipulan su camino hacia posiciones de mayor poder y generalmente hacen lo que quieren.
Los líderes sectarios conducen a sus víctimas cada vez más profundamente en su doctrina explotándolas de la manera que pueden. Las víctimas pueden terminar utilizando sus habilidades y experiencia trabajando para la secta de forma gratuita. Pueden donar a la 'causa' sus riquezas, sus posesiones, su casa. Su tiempo y energía se dedican a perseguir los dos objetivos básicos de cualquier secta: la captación de miembros y la recaudación de fondos. El líder puede abusar sexualmente de ellas o incluso pueden llegar a prostituirse bajo el disfraz de salvar a la humanidad, llevar más personas a Dios, y así sucesivamente.
En algunas sectas, el suicidio es el resultado final del grupo. Los suicidas han sido manipulados para acabar con la vida de otras personas también. Y para aquellos atrapados en una relación romántica con el sociópata, a veces éste acaba por matar a toda la familia.
Recuerda, que las primeras impresiones cuentan y cuando una persona entra en una relación con un sociópata creyendo que son buenas personas (recuerda que esto es creado deliberadamente por el sociópata), esta idea o sensación es muy difícil de cambiar más adelante. Aceptar que la persona que le gusta y en la que confía, o incluso a la que ama, está deliberadamente haciéndole daño, puede ser una tarea muy difícil. Saben que ellos no querrían, o no podrían, hacer daño deliberadamente a aquellos a quienes aman, así que no pueden entender que alguien se lo haría a ellos. Incluso pueden negarse a aceptar que están en una relación con un sociópata.
La otra cuestión que es importante para alguien que puede estar en una relación con un sociópata, es que la gente no espera que otras personas sean malas. A menos que hayas sido atrapado por un psicópata, no estarás vigilando que tu pareja no te está haciendo daño.
Típicamente, nos gusta ver lo bueno en los demás. Y los sociópatas jugarán con esta idea. Incluso cuando han sido sorprendidos haciendo algo malo, pueden parecer muy genuinos al pedir perdón y demostrar remordimiento. Pero, por supuesto, todo es una actuación. No tienen conciencia y no les importan las consecuencias.
Los sociópatas a menudo pasan mucho tiempo creando una buena reputación de sí mismos que les permita seguir manipulando y abusando de la gente. Cuando son expuestos, pueden simplemente desaparecer para buscar otras víctimas.
Si tienen mucho invertido en la situación donde están, lucharán para mantener su poder. Y serán muy desagradables al respecto. Mentirán, engañarán, chantajearán, amenazarán con acciones legales e incluso utilizarán los tribunales para proteger su reputación.
¡Y a menudo fingirán ser las víctimas!
Una estrategia común es culpar a la gente exponiéndolos de hacer lo mismo que ellos están haciendo. Por ejemplo, los sociópatas dirán que no están manipulando, que de hecho sus acusadores están manipulando las evidencias.
Normalmente en esas situaciones atacarán a las personas acusándolas, en lugar de tratar los hechos y los aspectos que los acusadores sostienen.
Si piensas que podrías estar en una relación con un sociópata, lee más sobre cómo tratar con un sociópata...
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