Si quieres saber cómo lavar el cerebro a alguien, solamente observa cualquier secta y verás cuál es el proceso que usan para reclutar nuevas personas, cambiar su actitud y creencias y mantenerlas involucradas. Los manipuladores también utilizan el mismo proceso en las relaciones íntimas.
Estoy escribiendo esta página sobre “cómo lavar el cerebro a alguien” pensando en alguien que ha estado en una secta o en una relación abusiva. El objetivo es que puedas tener una idea general de lo que te hicieron.
Esto no es un manual para alguien que quiere iniciar una secta o manipular a otros. Si esa es tu intención, y no eres un psicópata o un narcisista, (¡y quieres hacerlo de todos modos!), probablemente no lo conseguirás. La falta de empatía y emociones de un psicópata suele ser el ingrediente necesario e imprescindible para poder controlar y destruir totalmente a otra persona de forma deliberada y calculada.
La destrucción es lo que ocurre al lavar el cerebro a alguien. No se trata solo de cambiar sus ideas, sino que implica alterar la forma en que percibe el mundo, sus estrategias de pensamiento, sus emociones, su toma de decisiones y sus comportamientos. En efecto, cambias la personalidad o identidad de una persona a algo diferente. Una vez hecho esto, estos cambios durarán años a menos que la víctima trabaje deliberadamente para deshacerlos.
Entonces, veamos los pasos para lavar el cerebro a alguien...
Si bien he enumerado estos aspectos en un determinado orden, a veces puede haber una superposición considerable de varios elementos. Puede ser necesario saltar de un paso a otro, o retroceder y repetir varios pasos y puede haber varios elementos ocurriendo al mismo tiempo, y así sucesivamente.
Estas fases ocurren en una secta, en una situación laboral, en una situación social y en una relación íntima, aunque pueden parecer diferentes en cada contexto. Veamos cada uno de ellos con más detalle.
Las sectas tienen una fachada exterior que utilizan para atraer miembros. Pueden ser de desarrollo personal, religión, salud, política, deportes o cualquier temática (enlace). La gente no se une a una secta. Van a un curso de capacitación en ventas o a un seminario para mejorar sus relaciones o a una charla sobre perder peso, etc. Cada grupo tiene algo que ofrece a la gente y hace entender que lo que ofrece es especial para el grupo, transmiten que no se puede conseguir nada igual en ningún otro lado y que hay una promesa de cumplir tus sueños. Si bien el objetivo grupal parece ser específico, rápidamente se les hace creer a los miembros que el grupo funcionará para casi todos y actúan en consecuencia, tratando de invitar a cada persona.
En las relaciones íntimas, “lo que se ofrece” es variable. El manipulador evalúa rápidamente su víctima, asesorando sus deseos, necesidades, ideales, miedos, debilidades e incluso fortalezas. Entonces el manipulador le ofrecerá a la víctima lo que la víctima quiere. Esto puede ser cualquier cosa, desde un trabajo, a compañía, ayuda para resolver un problema, un lugar dónde quedarse, un consejo, un hombro dónde llorar, una relación con promesa de matrimonio e hijos, etc.
En cualquier situación, se está mintiendo a la víctima. Los manipuladores ocultan todo tipo de información, dicen mentiras descaradamente y endulzan las cosas para hacerlas más apetecibles.
Una vez que la persona llega a la sesión de grupo, es bombardeada de amor (enlace). Esto significa que los miembros del grupo hacen sentir a las nuevas víctimas bienvenidos, especiales, cuidados e incluso amados; los consideran inteligentes y talentosos. Esto tiene un efecto muy poderoso en las personas nuevas, haciéndolas sentir inmediatamente parte del grupo como si se hubieran hecho amigos al instante. ¡Hace que sea muy fácil para la nueva víctima compartir información sobre sí misma y dar el siguiente paso, al mismo tiempo que hace que sea muy difícil no dar ese siguiente paso! Es complicado rechazar la oferta de “recibir más” de personas tan amables, incluso si “más” no es exactamente lo que quieres.
El mismo proceso funciona en las relaciones íntimas. Se hace sentir a la víctima que ha conocido a su pareja perfecta. Esta nueva persona en su vida parece cumplir todos los requisitos: la víctima se siente aceptada, comprendida y amada. La víctima se abre y revela detalles personales sobre sí misma al manipulador muy temprano en la relación.
Este bombardeo de amor está diseñado para que la víctima se comprometa a involucrarse más en la relación, ya sea en una secta, en una relación de pareja o en un entorno laboral.
La información que revele la víctima será utilizada en su contra más adelante.
Hablo aquí del lavado de cerebro como del proceso que se usa en las sectas hoy en día.
Es posible diferenciar entre lavado de cerebro vs control mental,
según la terminología que se utilizó originalmente.
En una secta, mientras la atención general está en el tema del grupo (salud, ventas, nutrición, desarrollo personal, etc.) se introducen las reglas del grupo. A veces se hace abiertamente, a menudo de forma encubierta. El nuevo miembro nota que hacer ciertas cosas dentro del grupo, implica que los otros miembros se distancien de alguna manera; y por el contrario hacer determinadas cosas trae más de esa linda atención tan placentera. El novato aprende rápidamente que para sentirse bien y quedar bien con el líder y con el grupo, tiene que pensar y actuar de cierta manera. De este modo, el grupo moldea las creencias y los comportamientos de los miembros.
En las relaciones íntimas, todo ese amor incondicional al inicio de la relación de repente se vuelve condicional. La víctima aprende que hacer ciertas cosas hace que la “pareja ideal” se moleste y rápidamente se adapta para arreglar las cosas nuevamente. La víctima se da cuenta de que las cosas que en un principio eran aceptables ya no lo son. El manipulador ajusta los términos y condiciones de la relación, de modo que si la víctima quiere que la traten bien, tienen que cambiar la forma en que se relaciona con el manipulador. A nadie le gusta que le den un trato de silencio, por ejemplo, especialmente cuando la relación se ha basado (hasta ahora) en el amor, la felicidad y la comprensión mutua. La motivación para evitar la retirada de tan agradable atención es muy fuerte.
Muy pronto después de convertirse en parte del grupo, los nuevos miembros son conducidos a través de una secuencia en la que lo que inicialmente los atrajo al grupo se transforma en un deseo por algo más grande. La idea general que se les vendió es esta: "Observad lo bien que os sentís con lo que hacemos aquí. Imaginaos si más personas supieran sobre esto. ¿Cuánto mejor iría el mundo? Os gustaría ayudar a crear un mundo así, ¿verdad?"
De esta manera, las personas que vienen para bajar de peso comienzan a tomar los productos y luego se les ofrece la idea de que si ellos mismos vendieran los productos, podrían tener tanto los beneficios de los productos como ganar dinero mientras lo hacen.
A una persona que asiste a un seminario para mejorar sus habilidades de comunicación se le hace creer que sería mejor comenzar mejorando quiénes son y que sus habilidades de comunicación mejorarán naturalmente si lo hacen. Se les hace creer que cambiar para crear su “yo ideal” es para su beneficio general.
En el caso de que una persona quiera una relación personal con dios se le dice que su relación personal implica salir y correr la voz. Se aprovechan aún más para reclutar miembros cuando se les pregunta: "No querrás molestar a Dios, ¿verdad?"
En las relaciones íntimas una estratagema común de los manipuladores es hacer que todo gire en torno a la relación. "Estoy haciendo esto por el beneficio de la relación. ¿Qué estás haciendo por nosotros? Quieres que esta relación funcione, ¿no es así?”
Más tarde, el líder, ya sea en una secta o en una relación íntima, cambia la atención hacia sí mismo. El líder de la secta hace creer a los miembros que este objetivo más grande que ahora quieren solo puede lograrse a través de él (¡o ella!). Los miembros llegan a creer que nada tiene valor a menos que tenga que ver con el líder. Para hacer esto, el líder cuenta historias para aumentar su propia importancia, afirma tener una autoridad especial y un conocimiento secreto o exclusivo y, se atribuye el mérito de todo lo bueno que sucede dentro de 50 metros a la redonda de él.
¡Las sectas y los manipuladores en una relación íntima critican mucho a sus víctimas! Pero no se trata de cualquier cosa. Ciertamente usan cualquier cosa para criticar, pero la crítica está dirigida a la identidad del individuo, a su sentido de sí mismo.
En lugar de criticar el comportamiento, la opinión o la creencia, el manipulador critica directamente a la persona por realizar el comportamiento o tener la creencia. Entonces, en lugar de decir “eso es una estupidez”, dicen “eres estúpido (por hacer o pensar eso)”.
Esto es muy significativo porque la repetición frecuente de estos insultos tiene un efecto profundo en la víctima. Destruyen la autoestima y comienzan a deshacer la personalidad de una persona. La víctima siente culpa y vergüenza por lo que es y hace un esfuerzo por cambiar para complacer al manipulador.
He escrito en detalle sobre esta idea en este artículo sobre novios narcisistas.
Los manipuladores harán muchas cosas para aislar a sus víctimas de familiares y amigos y de cualquier otra red de apoyo que puedan tener. La razón por la que hacen esto es porque quieren ser la única fuente de información de la víctima. Los miembros de la familia que se preocupan le dirán a la víctima que están en una secta o en una relación abusiva y el manipulador obviamente no quiere que la víctima sepa esto. La mejor manera de evitar que suceda es que la víctima no tenga contacto con los demás o no crea ni acepte lo que le dicen sus amigos y familiares.
Hay toda una gama de cosas que los manipuladores dirán y harán a las víctimas para que se separen de los extraños, incluso decirles a los miembros que su familia no los quiere si no los apoya. Por supuesto, una familia no apoyará a un ser querido en una secta, pero a menudo, cuando la familia se da cuenta de lo que está sucediendo, el miembro ya ha sido inoculado contra cualquier crítica que la familia pueda hacer en contra del grupo o del líder. De esta manera, la víctima ha sido programada para no prestar atención a nada de lo que dice la familia o incluso para defender agresivamente al grupo.
Si los amigos no se unen al grupo, se le dice al miembro que los no creyentes los retendrán y que debería alejarse de ellos.
Incluso se aísla a los miembros de sí mismos mediante técnicas tales como cambios de nombre, reescritura de su historia pasada, no poder hablar de ciertos temas o participar en ciertas actividades, tener que usar un lenguaje particular, vestirse de cierta manera, adoptar peinados particulares o tener que cambiar adaptándose al estilo de vida del grupo.
Se aísla a las víctimas de los extraños (personas no pertenecientes al grupo), y a la vez se las alienta mucho a pasar tiempo con otros miembros del grupo como una forma de fortalecer las ideas del grupo. Los miembros se apoyan mutuamente para apegarse a las reglas y refuerzan las creencias del grupo entre sí. Esto ayuda a construir la mentalidad de la secta: “nosotros contra ellos”.
A los miembros de la secta nunca se les permite enojarse o frustrarse con el líder o el grupo. Cualquier enfado, frustración o ira se redirige a las personas externas al grupo (nos referiremos a ellos como “extraños”).
El miedo y la culpa son las dos emociones principales que se utilizan para controlar a las personas en situaciones de control mental. El miedo a los extraños, el miedo a la desaprobación del grupo o del líder, el miedo a perder lo aprendido, el miedo a pensar de forma independiente, el miedo a irse son algunas de las formas de manipulación más comunes que se utilizan para mantener a las personas dóciles y obedientes.
La culpa es el otro factor importante en tales situaciones. Las víctimas a menudo no se dan cuenta de cuánta culpa experimentan mientras están en el entorno, pero los manipuladores utilizan repetidamente este mecanismo de control. Básicamente, se culpa a las víctimas por todo lo que sale mal, mientras que el líder se atribuye el mérito de todo lo que sale bien. Los miembros se ven obligados una y otra vez a asumir la responsabilidad personal de todo tipo de cosas y se ven envueltos en un ciclo interminable por tratar de perfeccionarse para evitar que sucedan cosas malas, para que puedan "alcanzar su potencial". Este asunto de la responsabilidad personal también rompe la personalidad de las personas y más de una persona ha tenido un ataque de nervios o se ha suicidado debido a la presión psicológica que se le aplica.
El miedo y la culpa es una gran combinación para forzar el pensamiento y la toma de decisiones de las personas. La gente tomará decisiones para evitar el miedo y la culpa. De esta manera, el líder no siempre tiene que decirle a la gente qué hacer, solo crea miedo y culpa en relación con A para que los miembros elijan a B. B, por supuesto, es lo que el líder quería en primer lugar y hacer las cosas de esta manera tiene la ventaja para el líder de que los miembros piensan que están tomando sus propias decisiones.
El líder mantendrá ocupadas a las víctimas. Ocupado físicamente y ocupado mentalmente. En los cultos hay ejercicios que repetir, herramientas que dominar y técnicas que practicar. Hay libros, DVD, audios y demás con mucha información que necesita ser digerida. Y cuando los terminas todos, te dicen que vale la pena repasarlos todos de nuevo.
Y luego están las listas de tus necesidades, deseos, valores, objetivos que deben verificarse, volver a verificarse, reescribirse, actualizarse, etc. Además de eso, se espera que los miembros se lo digan a los demás, corran la voz, enseñen al mundo... Nunca hay un momento aburrido en una secta. Siempre hay algo que analizar para descubrir un significado más profundo, para aprender una lección significativa, para tener una realización profunda. Y todo es solo gimnasia mental. No tiene ningún valor real para el miembro de la secta, pero lo que hace es mantenerlos en la mentalidad de la secta.
En las relaciones íntimas, los manipuladores también mantendrán ocupadas a sus víctimas, haciendo las tareas del hogar, el cuidado de los niños, el papeleo, los viajes al banco y/o a correos. En términos de mantener a sus víctimas mentalmente ocupadas, un clásico para los manipuladores es decirle a una persona generosa que es tacaña o a una persona amigable que realmente no se preocupa por los demás, o a una persona honesta que es una mentirosa. Esto a menudo hace que la cabeza de la víctima dé vueltas, tratando de averiguar qué quiere decir el manipulador: "¿Por qué diría eso? ¿Se da cuenta de algo que yo no? ¿Otras personas piensan en mí como X cuando yo pensaba que era todo lo contrario? ¿Qué me estoy perdiendo aquí?"
Si el culto puede mantener a los miembros tan ocupados que no tienen tiempo para dormir mucho, ¡todavía mejor! Las personas cansadas no pueden resistir mentalmente. Y si la secta puede hacer que la gente siga una dieta baja en proteínas, también lo harán. Ahora agregue actividades como el canto, el baile, la hipnosis, la meditación, etc., y tendrá personas que ya no pueden pensar bien en absoluto, y que en realidad son muy vulnerables a la sugestión y la manipulación.
Las sectas empujarán a las personas a volverse paranoicas sobre sus propios pensamientos, a creer que su problema es su propio ego. Las sectas sugerirán que los miembros dejen de pensar y juzgar. (Es una tarea imposible...)
Muy rápidamente los miembros aceptarán que el líder es impecable y tiene todas las respuestas a los problemas de la vida. Creerán investigaciones científicas falsas disfrazadas de evidencia e incluso aceptarán todo tipo de ideas sin ninguna evidencias, sin siquiera cuestionarlas. En esta etapa han entrado en el reino de la obediencia ciega.
Los líderes harán que sus víctimas dependan de ellos. Criticar a la víctima por pensar de forma independiente y tomar sus propias decisiones, criticar sus decisiones, alternar críticas y elogios, atacar la identidad de la persona e instalar fobias a salir del grupo son algunas de las técnicas que utilizan los líderes de sectas y manipuladores en relaciones íntimas para crear una dependencia infantil en las víctimas.
Los miembros de la secta y otras víctimas a menudo llegan a pensar en sí mismos como codependientes, como una forma de explicar su sentimiento de dependencia de los manipuladores. Este es un error de pensamiento porque invierte la causa y el efecto. La víctima piensa que tiene una personalidad dependiente y por eso ha acabado con esta persona controladora. Cuando el hecho es que, por estar con el manipulador, se han vuelto dependientes. Esto es en realidad parte de la personalidad sectaria que se les ha impuesto.
Lee sobre esposas controladoras o maridos abusivos para obtener una explicación más completa de este tipo de dependencia en relaciones íntimas.
He explicado algunas de las técnicas de lavado de cerebro que se usan para descongelar la personalidad de una víctima y cómo se usan varios métodos para que las personas piensen de manera diferente, tomen decisiones de manera diferente y actúen de manera diferente.
Una vez que estas cosas están en su lugar, una vez que el miembro de la secta (o la pareja en una relación íntima) tiene esta nueva visión del mundo y está actuando y pensando de acuerdo con los deseos del líder, este nuevo sistema se vuelve a congelar en su lugar, generalmente usando un procedimiento simple de premios y castigos. La víctima se comporta según la doctrina y es recompensada, incumple las “reglas” y es castigada. De esta forma, esta nueva personalidad queda congelada y estabilizada en el tiempo. Se convierte en el nuevo valor predeterminado para la víctima.
Hay más información disponible para consultar sobre la creación de la personalidad de culto y los métodos utilizados para crearla.
Esta personalidad de culto, o pseudopersonalidad, es obediente y leal al líder. Está programada para defender al líder si alguien lo critica. Está programada para creer al líder y seguir sus instrucciones. También es muy dependiente del líder. De hecho, el líder se convierte en el propósito de vida de la pseudopersonalidad y la pseudopersonalidad se organiza en torno al líder.
El pensamiento de la pseudopersonalidad está bastante distorsionado y no reconoce el control que el líder tiene sobre ella. Tampoco puede ver las contradicciones en el grupo o en la relación, como el hecho de que el líder haga cosas que los miembros no pueden hacer.
Las creencias de la pseudopersonalidad son muy fuertes, a menudo mucho más fuertes que las creencias normales. En circunstancias normales, a los humanos les gusta mantener intactas sus creencias y, a menudo, ignorarán o incluso negarán la información que contradiga esas creencias. La fuerza de las creencias de la pseudopersonalidad implica que ignorar o negar información funciona a un nivel aumentado en los miembros de la secta y otras víctimas de abuso psicológico. Este es uno de los aspectos que hace que sea tan difícil convencer a las víctimas de que están en una situación de abuso.
Este proceso está ocurriendo una y otra vez en las sectas. El líder manipula y abusa constantemente de los miembros para mantener la pseudopersonalidad en su lugar. Al mismo tiempo, los nuevos miembros están incorporándose al grupo y son puestos a prueba por los miembros más antiguos (porque la pseudopersonalidad está programada para reclutar y adoctrinar a los nuevos miembros).
A las sectas les gusta que los miembros asistan a eventos de sectas con frecuencia. Además de quitarles dinero, también le da al liderazgo la oportunidad de “recargar” la pseudopersonalidad. Algunos grupos insisten en que los miembros asistan a un evento cada seis o doce meses para mantener su aprendizaje al día con los avances del grupo. Eso sí, lo que pasa es que se refuerza su pseudopersonalidad.
Otros grupos, como “castigo” por malas acciones, hacen que la gente regrese al inicio del proceso de adoctrinamiento y vuelva a pasar por todas las etapas. Esto tiene al menos dos propósitos: el primero es el castigo y el segundo el re-adoctrinamiento.
Una cosa importante para recordar es que las técnicas, las herramientas, los procesos y las estrategias de las sectas se venden como útiles para lo que ofrecen, ya sea ganar dinero, recuperar la salud, el desarrollo personal, la religión o lo que sea. Sin embargo, estos procedimientos han sido distorsionados de tal manera que actúan para lavar el cerebro de los miembros, para destruir su verdadera personalidad y reemplazarla con la personalidad de la secta que piensa y actúa solo en beneficio del líder. ¡Al mismo tiempo, los miembros creen absolutamente que el líder los está ayudando!
Obviamente, deshacer este proceso es una tarea importante y es mejor hacerlo con la ayuda de un profesional.
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