Lagrimas escondidas en el alma

by S.N.
(California)

Hola a todos, mi nombre es S.N.

Leyendo el artículo me sorprendí que alguien entienda todo sobre lo que padecen ciertas personas.
No puede estar mejor expresado.

Bueno mi historia; 14 años casada con un psicópata, y no solo eso sino también Evangelista pastor. La captura fue gradual, hasta que no pude salirme por las sutiles amenazas con respecto a la Biblia. Padecí abusos; sexuales, económico, psicológico, religiosos, emocionales, etc.

Lo que más me desdoblo de ser yo misma. Fue la confusión mental, despiadadamente atroz.

Que me ayudó? a darme cuenta? Me cuestionaba la fuerza poderosa de Dios, los supuestos milagros, las supuestas recuperaciones de personas, sobre todo el gran amor de un Dios ausente y despreocupado por el dolor, la injusticia, la permisión y el sufrimiento innecesario y absurdo, de tantas personas que llegaban con profundos dolores psicológicos. Y no se crea en la psicología.

Comencé a estudiar psicología, mi esposo en ese entonces me acusó con mi pastora. Y ella me cito a su oficina, y me dijo: hermana amada, usted sabe cómo estudiosa de la biblia que la psicología es del Diablo, el único que puede sanar las dolencias de sus hijos es Dios, por medio de su hijo nado Jesús.

Yo asentí, y me mandaron a tirar los libros. De los cuales regalé tres y me quedé con 3. Por supuesto a escondidas. Desde allí comencé una recuperación en secreto de mi autoestima.

Un día el estrés la ansiedad fue tanto que colapsé. Este me llevó al hospital. Yo no hablo inglés por lo cual él era mi traductor, obvio que mintió al respecto de porque había asistido a urgencias, diciendo que tenía migrañas.

La doctora me separó de él, y me trajo una chaperona, la cual solo me dijo, “La doctora quiere saber si estás bien.” Cuando escuché esas palabras rompí en llanto desconsolado.

Hacía muchos años que no podía llorar por ser la esposa de un pastor y una conferencista en la iglesia. Mis lagrimas eran derramadas en mi alma, para que nadie me viera.

Desde ese día descubrí qué hay ayuda y otras personas también vivían lo que yo estaba viviendo. Salí de esa relación bajo la ayuda de un centro de violencia doméstica.

Comenzó una liberación para mí. Y la aproveché como un salvavidas en medio del mar tormentoso. Hoy soy libre, pienso, siento, amo, decido, etc. por mi misma.

Espero que les ayuden estas líneas, para que cada día seamos menos las encarceladas por estas mentes estratégicas egoístas. Solo me queda decirles que la libertad en todo ámbito, es para todos. Somos merecedores de vivir en armonía en libertad sin dañar ni someter a nadie. El alma libre te dará más que una encarcelada.

Mi mamá de niña nos contaba el cuento del ruiseñor, donde un rey lo quería enjaulado para no perder su canto matutino. Más sin embargo el ruiseñor estaba muy triste deseando ser libre. Pero este psicópata rey no podía ver y menos percibir el sufrimiento. Porque carecía de dichas emociones.

Gracias por este espacio, es primera vez que relato mi historia, en un lugar así.